Concurso divino
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  Acompañamiento creacional y esencial de Dios en todas las acciones de las criaturas. Nada puede hacer cualquier ser, incluidos los inteligentes que son los hombres, sin el concurso, la colaboración activa, de Dios.
   El Ser Supremo, origen y causa de todo lo que existe, no puede estar ausen­te y dejar de actuar en todo lo que las criaturas realizan. No es sólo "presencia pasiva", (ve y conoce) lo que define su intervención, sino presencia activa y crea­cional (actúa y rige). Es a lo que se llama "concurso divino", concurso que es misterioso y original, pues es respetuoso con la libertad del ser humano y es cohe­rente con las leyes naturales que El mismo ha puesto en el universo de los seres no humanos.

Dios actúa como causa última y mueve todas las causas próximas. Hasta cuando el hombre obra mal, Dios se halla activo y actuante, dando el ser, la acción, y respetando la opción de su criatura libre, aunque no sea en conformidad con su voluntad